Tras la reforma protestante, el debate entre Arminianos y Calvinistas ha durado más de 400 años, ambas doctrinas difieren en cuanto al tema de la salvación.

El Calvinismo se basa en las creencias teológicas y enseñanzas de Juan Calvino (

509-1564), un líder de la Reforma y cuyos principios centrales son: a.) la soberanía suprema de Dios: la soberanía de Dios es incondicional, ilimitada y absoluta. Todas las cosas están predeterminadas por la propia planificación de Dios; b.) la depravación total del hombre: debido a la Caída, el hombre está totalmente depravado y muerto en su pecado, Efesios 2:1, Col. 2:13. El hombre no puede salvarse a sí mismo y, por lo tanto, Dios debe iniciar la salvación; c.) la elección incondicional: antes de la fundación del mundo, Dios eligió a algunos para que se salvaran. La elección no tiene nada que ver con la futura respuesta del hombre, Ef. 1:15, Jn. 15:16-19, Rom 9:13-18; d.) la expiación limitada: Jesucristo murió para salvar solo a aquellos que le fueron dados (elegidos) por el Padre en la eternidad pasada. Como Cristo no murió por todos, sino solo por los elegidos, su expiación es completamente exitosa, e.) la gracia irresistible: Solo la gracia irresistible de Dios puede atraer a los elegidos a la salvación y hacer que una persona esté dispuesta a responder. Esta gracia no puede ser obstruida o resistida, Rom.8:30, 2 Tes. 2:13-14, Mt.22:14 y f.) la perseverancia de los santos: los elegidos perseverarán en la fe y no negarán permanentemente a Cristo ni se alejarán de él, Fil.1:6, Jud.14, Jn.16:29.

Por otra parte, el Arminianismo se basa en las opiniones del teólogo holandés Jacobo Arminius (1560-1609), quien enfatiza: a.) la elección condicional basada en la presciencia de Dios: Dios eligió a aquellos que lo elegirían por su propia voluntad. La elección condicional se basa en la respuesta del hombre a la oferta de salvación de Dios, Rom. 8:29, 1 P. 1:2; b.) el libre albedrío del hombre a través de la gracia preventiva para cooperar con Dios en la salvación, Is.55:1, Mt. 11:28; c.) la expiación universal de Cristo: Cristo murió por todos y proporcionó los medios de salvación para toda la raza humana. Sin embargo, la expiación de Cristo es efectiva solo para aquellos que creen. 2 Co. 5:14-15, Tit. 2:11; d.) la gracia resistible: A través de la gracia preveniente dada a todos por el Espíritu Santo, el hombre puede cooperar con Dios y responder con fe a la salvación, pero debido al "libre albedrío", los hombres también pueden resistir la gracia de Dios, Rom. 10:16, 2 Cor. 6:1 y e. ) la salvación que potencialmente pueden perderse: en el ejercicio de su libre albedrío, los creyentes pueden alejarse de la gracia y perder su salvación, Hebreos 6:4-8, 2 P.2:20-22.

Es importante destacar que todos los puntos doctrinales en ambas posiciones teológicas tienen una base bíblica por medio de la cual sustentan sus argumentos, y aunque debaten sobre doctrina de salvación, no es un problema de salvación; ambas coinciden en que la salvación es únicamente a través de la fe en Jesucristo como único y suficiente Salvador.

Particularmente me parece más convincente, razonable y con mayor basamento bíblico la doctrina de la Teología Arminiana.

Y usted por cual se inclina?

marisolhidalgo